Pedalear es no tranzar

Foto Por BikePortland.org [BY - NC - ND]

Disclaimer: Este texto es megamamon, fome y hasta un poco emo. Pero puta, nunca había escrito algo así de mamón, o en mucho tiempo.

Por diversos motivos había dejado bastante tiempo de andar en bici. O sea, no dejé de andar, pero mi uso se remitía a una vez por semana con suerte. Los inviernos, el mental y el climático, me habían tenido alejado de la calle. Recuerdo cuando con Armando o el Leo -puta que se ve hueco eso- salíamos a andar en bici, las noches de verano, como esta, y él decía que era mejor que carretear; tal vez es cierto, era mejor que carretear porque no había caña, al volver no se estaba raja y siempre se volvía contento de superarse.

Estuve mucho tiempo pal pico. Es complejo ver que a veces uno cree tener todo bajo control y basta con que se desarmen dos estructuras de la vida propia y todo se va a la mierda, como esos juegos de palitos o como bien dicen Los Prisioneros “cuando más parece firme un castillo se derrumba de dolor”. Estuve bastante cagado, bueno, es barza decirlo, quienes me conocen dirán que lo mio es nada comparado con la historia de chumito o gumito que se tiró clonazepanes hasta ponerse chino y quedar tarúpido o de tal hueon que lo internaron por sepa moya que huea. Pero para mi fue terrible y es lo que importa en esta columna.

Después de esos dos mariconazos párrafos y que parecen sacados de cuento picao a sensible de café de Lastarria, viene lo importante. Salir de los hoyos emocionales se puede hacer de dos maneras: o te volvis zombie o te volvis loco. Hubo varias veces que pensé en ir al siquiatra, la verdad cuando uno está mal a veces piensa que no sale de esas y pretende buscar ayuda en la ciencia. Tirarse pastillas para así sentirse bien no me parecía mala opción, total, con la cantidad de pitos que me fumaba sería bastante hipócrita ponerse a odiar las drogas. Pero al final decidí aguantármelas solo, hacer de la tripas corazón, refugiarme en mis amigos… al final opté por lo segundo, debe haber sido la frase de mi profe de tesis: “a veces hay que arrancar pa’ delante”. Que pedazo de frase, no la dijo nadie interesante, la debe haber inventado un punki curao tomando caperana de litro, en caja, en una cuneta de Valparaíso, odiando al tropel de rastas que asolan el puerto en fechas de fiesta.

Arrancar pa’delante significaba buscar todas esas cosas que uno rejura que va hacer algún día, el curso de cocina, aprender a tomar fotos, usar linux, comenzar un blog, raparse al cero y hacerse skinhead, ponerse rastafari o que se yo que huea elegirá cada uno. El punto es que acá el yo anterior, el de la pena, se acaba, porque fue derrotado por la vida, no necesitamos ser alguien que perdió y se hizo mierda, tampoco la idea es travestirse en cualquier cosa hasta desconocerse a si mismo y no entenderse. Se trata de revisar la derrota y arrancar pa’delante, empujar las ideas que estaban ahí, tiradas, y retomar el sentido.

Mi elección fue la bici, mi amiga Dani es mi principal motivación. Ella es la fucking Jacob de la huea. Decidí que de ahora en adelante mi uso de la bici iría en expansión, cada día pondría una nueva meta y la alcanzaría. Me puse en campaña, empecé a andar mucho más en bici, dentro de mi gloriosa comuna -La Florida- no tomé más micros, en sus alrededores tampoco, y así mismo las tensiones propias de ser un par de ruedas, fierro y cuerpo en una calle llena de autos y micros comenzaron a aparecer.

A ver, siempre he creído que la gente normal es buena y los punkies una manga de niñitos que se juran cultos y críticos y se separan de la gente normal, como creyéndose superiores, entonces niegan a los normales y los putean por no ser tan radicales/bacanes como ellos y todo se va a la mierda porque pasan a ser snobs. Pero debo reconocer que tampoco yo soy un normal, que a pesar de resistir el odio a los normales yo no era uno de ellos, las reflexiones, las letras de fiskales, la polla y las toneladas de punk en audio, texto o el soporte que se han consumido en la vida son muchas como para querer vivir trabajando en horarios de mierda, como para gustarme la idea de tener un auto y limpiarlo cada domingo, de tener el perro de marca en la casa de villa en el cerro, encerrada en rejas y guardias y miedo, de vivir de lunes a viernes, el jueves ir al japi awer, el viernes hacerse mierda en minas baratas y jales caros, el sábado el asado con los amigos de juventud, con los que sólo el carretear hasta morir se tiene en común. No quiero eso, no quiero ni tu cultura de Lastarria, ni tu cine inexplicable con directores de apellidos raros, ni tampoco la vida de las familias de los pendejos cuicos de la serie “Bakan”. No se puede dejar de ser punk, es como hacerse cura o gay, se es y punto, como decía un gran fanzine hace mucho, cuando dices que ya no escuchas punk -en este caso “que ya no eres punk”- simplemente es que nunca lo fuiste. Así que decidí andar en bici, pero no sólo por mi, sino que contra todos.

Decidí que pedalear sería no transar. Me caen mal los automovilistas, o sea, no pos, no esos que son buenos tipos y usan el auto o la micro porque es necesario para transportar mucha gente, porque están demasiado lejos para andar en bici o que se yo, cualquiera usa la huea para lo que crea correcto. El tema es que no transaré con los guatones fofos, con esos automovilistas que usan el auto para ir a comprar pan, que se siente muy machitos tras el volante, escuchando música de mierda, creyéndose seguros porque tienen cinturón de seguridad. No transaré, porque creen que hay emoción en correr a más de gamba, en la adrenalina de baja calidad de pasarse una roja, en el gustito machito y salvaje de andar en el vértigo de tortearse contra un poste manejando curao. Nosotros somos superiores, andamos en bici y ponemos la vida en juego en la calle, nos drogamos con endorfinas, adrenalina de verdad, a veces nos subimos curaos o volaos pero aparte de nosotros no ponemos a nadie en riesgo. Pedalear es entender que tener buena salud está bien, que ser gordo fofo está mal (si hueones, no es diverso ni loco, está mal), y que la calle está allí para usarla, no para mirarla en un sofá con ruedas. Y si me tiran el auto encima, puta, es porque hicimos enojar al enemigo y ahora hay que asumir, responder y hasta donde lleguen las consecuencias.

Arrancar pa’ delante fue una buena decisión, se siente bien hacer algo que es útil, gratis y divertido a la vez. Se siente mejor aun cuando te ves rodeado de amigos que te apañan en lo nuevo. Se siente mucho mejor cuando es contra el mal, contra las expresiones más vergonzosas del salvajismo del capital. Pero si, sobre todo, se siente la raja cuando cada día estás mejor que antes y es gracias a que ahora eres mejor persona. El punk nos hace ser mejores personas, ojalá que de vez en cuando nos acordáramos de ello.

Desde las entrañas de nuestras comunas, Volodio.

15 thoughts on “Pedalear es no tranzar

  1. La verdad de las cosas comparto muchas cosas de la columna, también llevaba una vida de miérda de aquí para allá en micros, colectivos contra el reloj estresado y bastante aburrido tener que depender de ellos además de mamarme la cara de ogro del conductor , hasta que decidí no cagarme más la cabeza y opté por la bicicleta ,no dependo de nadie para ir a ningún lado y vivo menos estresado.

    Salud y Como dice la canción más bicis, menos autos!

  2. Muy buena columna, siempre Volodio escribe cosas que identifican por que me deja ese gustito agradable de saber que lo que escribe es en base al día a día…al parecer no soy el único que odia a los automovilístas ahahaha.

    Es complicado tirarse a la calle (sobretodo en trayectos largos) y situarse en esa trinchera invisible del automovilista-cletero que alimenta ese odio que bien entiendo trata Volodio de expresar en sus líneas, pero querámoslo o no, esa pequeña confrontacion nutre esa flama que muchas veces deja de tener tanta intensidad producto de la rutina, trabajo, etc.

    Qué divertido/gratificante pegarse unas pedaleadas sin tranzar como dice Volodio, creo que por ahi va un buen camino, el copy/paste de «Universidades Integradas Wikipedia» se pone fome y que mejor que agarrar la cleta y salir a tomar un tanto de aire fresco y desapegarse del teclado no?.

    Saludos.

  3. Que cosa mas cierta, el refugiarse en algo que para muchos es tan poca cosa, en lo personal tuve una situacion parecida hace unos años atras y como dice Volodio «Arrancar pa’ delante», es la unica forma de poder seguir.

  4. buenisima columna, me toca como ciclista y tambien automovilista. cuando vivía en otra ciudad mucha más chica y menos atemorizante que santiago usaba la bici por lo menos una o dos veces al día, era mi medio de transporte, salia en la noche en bici, a la u en bici, etc. Y ahora que lo pienso me sentía mucho mas viva que ahora. Desde que volvi a santiago me ha costado mucho volver a tomar la bici, la voracidad de las calles, la gente, el automovilista que cree que puede llegar y decirte «hueona» porque se anda en un vehiculo que no se le puede hacer carrera. Aquel factor influenciado por la gran disponibilidad del auto familiar ha hecho que quizá me pase más tiempo arriba de ese sofá de lo que me gustaría, pero siempre desde una postura consciente, o al menos lo intento, para recorrer largas distancias, llevar a los amigos, a los amigos de los amigos, o a los no tan amigos, a sus casas de noche o porque ayudas a un amiga que se cambia de casa, en fin, un largo etc, creo que en esas situaciones se justifica, cuando se utiliza de cierta manera por un bien colectivo y no por adquirir, utilizar y venerar un objeto sólo porque es valorado socialmente y de «estatus».

    saludos.

  5. Mi bici es lo mejor, estoy de acuerdo totalmente con que uno en ciertas etapas decide cambiar su vida entre eso el como te transportai. Yo al menos cuando trabajé por primera vez (varios años ya) me compre mi bici y ahi me lanze a la calle, solo lamento que la ciudad no tenga tremendas ciclovias para andar con mayor seguridad, que al final es la que todo weon que quiere seguir usando su bici y que nadie le de discursos sobre como no morir en ella, andaría salvado. propongo que se tiren unas rutas buenas para transportarse por la ciudad, yo recorro diariamente de san miguel, a macul y después a santiago centro, o sea me se algunas rutas rapidas pa desplazarse. el auto es la raja para salir en masa con amigos, un paseo a algun lugar lejano, pero no se puede tomar y andar lentito como en la bici (lo siento pero es mi realidad ja).

  6. Alguna vez use mi bici.atravecé todo santiago montado en ella. la quiese mucho, aún la quiero. recuerdo lo que trabaje para poder comprarla.hasta que llegó de Canada en su gran caja marrón. Dyno Roadster, todo un clásico. un sueño cumplido. ya no sentiría más envidia por ese gringo que vi en Vespucio cuando era chico.Un sueño, como la bici de Pee Wee Herman, algo así.
    Del 28 DE Gran Avenida hasta Macul con Grecia,que recuerdos…, hasta puedo oler el viento.
    Tambien necesité refugiarme en algo, escape de mi familia gracias al arte,mis amigos, el rock y el skate. Luego escapé de la depresión gracias a la bici.Cuando digo escapar me refiero a buscar una solución o a huír. El siquiatra me daba las pastillas y me hacia el papel para congelar la carrera. recuerdo su cara cuando le mandé a la mierda, di media vuelta e hice lo que creo significa tirar pa adelante. Todos tenemos nuestra historias, nuestras altas y bajas, pero grcias a esta experiencia, aprendí que la solución siempre está en lo que uno debe hacer.
    ps: si alguien por ahí sabe como conseguir un sillin y una barra de tapabarros de dyno roadster, le estaré muy agradecido.

  7. «Que pedazo de frase, no la dijo nadie interesante, la debe haber inventado un punki curao tomando caperana de litro» ahahhaha puta que me dio risa eso.

    y en serio que mientras leía me iba imaginando, la gente que jamás verá las bicis más que esas hueás bien pintaditas con el mejor canastito y las lucecitas mejores de la tienda para sólo dar un par de vueltas, jamás entenderá lo que se siente en verdad. Amo gritarle chuchás a los autos cuando paso al lado de ellos. Amo sentir el viento fuerte en mi cara recorriendo toda la Gran Avenida casi. Amo no estar pendiente de que cierren el metro o que la micro no pase. Y eso de estar pa la cagá emocionalmente y agarrar la bici y salir a la chucha hasta no des más, es lo mejor.

    «la calle está allí para usarla, no para mirarla en un sofá con ruedas»

    🙂

    y usen la bici no más ahora sobre todo, que la hueá de pase escolar ya no sirve.

  8. Como ando de jote este ultimo tiempo me ha tocado harto pescar la cleta para ver a mi novia, no me hago mayores ataos ya que me calzo los audifonos y me prendo una marihuana y todo bien, me gusta andar de ciclista por la vida.
    Igua debo aprender a respetar un poco mas el transito ya que ando rajao y no pesco ni una wea de repente, por lo que me ganado mas de un bocinazo por ahi.

  9. Aunque media pokemona la columa en algunas partes (es decir media post de fotolog, emo-core) tiene toda la razon. la bici es lo mejor. yo en un periodo malo me fui al quisco a una casa a la chucha un cerro para arriba, logre llevar mi bici y me dedique y subir y bajar el cerro a cada rato. Se matan todas las tensiones. ademas antes de salir me ponia un gueon caño y escuchaba una banda que me gusta mucho Deadbolt (no podia escuchar nada mas porque el mp3 cago y solo se quedo con lo que habia adentro) asi que escuche 200 veces la discografia de deadbolt y anduve como loco, sobretodo cerro abajo.

    en la ciudad es la guerra, es mi medio de transporte. detesto eso si las bibiletas de paseo, las considero snob, medias mamonas, no hay como una mountainbike, pa que tan buena, asi no la chorean.

    Musica, un guiro y a viajar. se puede recorrer todo santiago. ademas me transporta el tiempo cuando la bici-cros e inclusive la pistera servian para salir a pelusiar con los amigos.

  10. Que buenas lineas, es toda la sencibilidad de un ciclista de corazòn, que bueno escuchar o leer a gente asi, se me erizaron los pelos.
    Para mi la cleta es conciencia, a mas de hacerme sentir orgullosa y fuerte mirando al costado como el normal de la gente se estresa y rostiza a la vez por una comodidad que aveces no es necesaria. No creo que halla algun medio de transporte similar a la bici 😀

  11. Saludos,

    Exacto, se es punk una sola vez en la vida. Y en este mismo sentido cuando te subiste a la bicicleta ya no te bajas mas.
    Soy de la Florida estudio en Independencia y trabajo en varias partes de Santiago, y a todas voy en bici. Felicidades has redescubierto tu bicicleta.

    Mas bicis, menos autos.

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