Del Punk a la Navidad: Me gustan las fiestas patrias y me cago en los vinilos.

(Un manifiesto para los que no somos bacanes)

Advertencia: La verdad siempre he tenido diferencias editoriales con los jefes de GT, pero bueno, creo que es el momento de hacer visibles tales desavenencias de manera constructiva y además este es el único lugar donde podría publicar esta huea.

Advertencia 2: Mucho de lo que aquí puteo lo hicieron mis amigos o yo mismo, por lo que de culpa no estoy libre.

Advertencia 3: Este texto no es muy bueno, ni lo revisé, así que no me hueveen con las críticas de redacción o de ortografía.

Hace muchos, muchos, muchos años atrás existía una huea que se llamaba dictadura. Probablemente muchos de ustedes han oído hablar de ella, de que los milicos eran malos y los políticos eran rebeldes y que Chile era en blanco y negro. Bueno, algo curioso pasaba con la dictadura y era que a pesar de que a la gente le pegaban, la desaparecían y la mataban, a pesar de que teniai que acostarte a las 11 de la noche porque sino después te corrían bala y a pesar de que en la mayoría de los lugares de Chile había mucha hambre, poca plata y caleta de sapos de la CNI… la gente siempre tiene una tierna melancolía al recordar esos tiempos.

Cuando digo la gente no me refiero a hueones objetivados en una señora de pelo canoso con dos niñitos con la cara cochina batiendo una olla en un brasero -si, como portada de revista anarkista-; sino a mi mamá que batía esa misma olla o a mi papá que estaba cesante. así y todo, ellos, cuando hablan recuerdan esa época con una mirada melancólica. Con melancolía pienso en ese recuerdo de lo alegre y feliz pero mezclado con la tristeza de que ya no está.

En esa dictadura la gente no tenía nada: ni pega ni comida, pero tenía algo que nosotros hoy no tenemos: el sentido de comunidad aun sobrevivía.

Bueno… ¿a que viene todo esto? Bueno, en esa dictadura la gente no tenía nada: ni pega ni comida, pero tenía algo que nosotros hoy no tenemos: el sentido de comunidad aun sobrevivía, de hecho, la dictadura no lo pudo destruir, lo hizo la concertación cuando reafirmó las reformas neoliberales ocultándolas tras el discurso buena onda de colegio de jipis.

A ver, la cosa fue súper simple: ellos estudiaron el liceos bacanes, en Ues gratuitas, luego vino la dictadura, ellos volvieron a Chile, se tomaron el poder, se olvidaron de las piedras que tiraron cuando pendejos y ahora, que eran grandes y serios, pescaron esos colegios y esas Ues y las dejaron para los cumas como uno, porque ellos hicieron sus propias universidades y a sus hijos los metieron a colegios con nombre mapuches donde pueden vestirse como quieran y pueden fumar marihuana con los profes porque allí es el reino de la buena onda y la libertad. Entonces viene esa cosa malentendida: te dicen que te metai a Fonasa pero ellos son dueños de clínicas y a salud le recortan el presupuesto, te dicen que la educación es importante pero ellos meten a sus hijos a los colegios jipis y le recortan los fondos a los liceos y los profes terminan locos y estresados en colegios que se llueven y huelen a pichi con caca de paloma; te dicen que uses el transporte público porque es bacán y los ciudadanos y la huea, pero construye autopistas ultraveloces y ultra caras… y después te hablan de la casa propia, pero te dan una mierda de 16 metros cuadrados después de postular un siglo al Serviu donde tenis que encerrarte porque los cumas de la población andan con escopetas.

Después que hicieron todo eso, sencillamente se dedicaron a negociar todo con sus vecinos y ex compañeros de colegio y universidad y bueno… Chile es fome, triste y privado; y por lo mismo la gente mira con melancolía esa época donde importaba algo el reunirse en pos de algo, porque tenía sentido, donde Chile aun no perdía la inocencia porque los políticos aun no se los cagaban (tanto), donde prender una barricada era algo que hacían las mamás y no una manga de niñitos rebeldes haciendo deportes extremos con una polera en la cara (no, no hueones, ustedes no son revolucionarios por ser capuchas, cuando hablan de “romper la normalidad burguesa y la huea” lo que en realidad hacen es cagarse en la gente que trabaja y darles un muy mal día en un taco, mientras ustedes tiran las molos llenas de bencina que pagan las pegas de sus papás que vienen en la misma micro en el taco).

Bueno, los 90 fueron fomes, es cierto, tocaban los insufribles guatones jaleros de Los Tres, y la mayor emoción posible era ver si la Teletón llegaba a la meta o si clasificábamos a Francia 98 -lo cual no dejó de alegrarme profundamente. Pero a fines de esa plana década empecé a escuchar punk y obviamente, como dice el gran Chiko, a nadie se le ocurren hueas nuevas ni nadie inventa nada, entonces mucha gente empezó a escuchar punk, muchos jóvenes, y la hueaita se volvió moda -obvio, el punk de los 90 era muy bueno y lo bueno le gusta a mucha gente.

Esta época para mi fue muy buena, todos éramos amigos, ibas como querías vestido a las tocatas -igual nos producíamos, obvio, hay que ser hueon pa’ querer verse feo- la gente no se peleaba por hueas y se producía debate y discusión en los fanzines. Además las bandas eran más honestas, a nadie le interesaba tener groupies o y sonar feo pero punk era parte de la gracia. Si, es cierto, no todo era color de rosa, pero claramente había un mundo donde te sentías en comunidad, donde pertenecías a algo mientras el resto del mundo te decía que no podías pertenecer a nada.

Esta época para mi fue muy buena, todos éramos amigos, ibas como querías vestido a las tocatas -igual nos producíamos, obvio, hay que ser hueon pa’ querer verse feo- la gente no se peleaba por hueas y se producía debate y discusión en los fanzines.

¿Pero que pasó? Bueno, apareció el mercado, en realidad nunca se fue pero lo evitamos el mayor tiempo posible. Ahí se pudrió todo, y vino un doble movimiento que terminó por destruir todo lo que yo conocía como punk.

El primer movimiento fue desde el mercado, y era obvio, el punk era bueno, la gente lo quería, la estética supera al sentido, el mercado vende la estética porque el sentido cuesta venderlo (nadie quiere pagar por ser un nerd que escucha música fea). Entonces aparecen los precursores de los Pokemones, los stencil son parte de la publicidad de las multitiendas y las zapatillas de skate son un símbolo pop de nuestra era. De hecho, fue tan brutal ese movimiento, tan violento e indetenible, que las mismas bandas, otroras parte de una escena marginal, ahora aparecían en la odiada MTV y bueno, llegó Peor es Nada, Fakie y hasta bandas que hablaban contra el aborto y la huea’ y hasta tener un mohicano se volvió cool. Como dice aquella gigante banda llamada Los Prisioneros: «En las manos de la comercialización murió toda la buena intención.»

Todo esto parecería un análisis lógico si es que no viéramos el segundo movimiento: Los punk que eran punk antes de la masificación del punk. Bueno, el problema de esa generación punk no es que se comercializara, o sea si, pero eso pasa con todo en la vida (no, no hueones, no se puede vivir fuera del capitalismo porque la hueaita esa no es un sistema del cual se entra o se sale a voluntad, creer eso es como creer que se puede dejar de ser chileno con sólo decirlo). Lo que pasó es que el punk era música de élites, de jóvenes, en su mayoría cuicos o con algún otro capital (buen colegio, tios o primos cuicos, padres profesionales, tios en el extranjero, etc.), que tuvieron una rabia mal atendida y empezamos a escuchar música rara para distinguirnos. Al final, lo que más nos gustaba del punk era esa sensación maravillosa de escuchar, y de vivir, algo que interpretaba nuestra rabia, que sonaba desagradable y que además era algo sólo nuestro, que nadie más conocía. Y cuando se masificó bueno, se acabó la magia, el sentido se hizo estética y la estética en cosmética… en chileno: se dejó de ser punk para ser “medio punk” y después para vestirse como punk, para después vestirse como se visten los que se visten como punk.

Que quiero decir con esto: a los punk les gustaba ser elite, ser distintos, distinguirse del resto era la idea, porque el resto no nos caía bien y punto. Y aquí vino el error: los punk pre masificación huyeron de esto, entendieron mal el punk y creyeron que huir era el sentido, que la distinción era el quid de la huea y no el porqué de la distinción. Eso es ser tan hueon como creer que la gracia del suicidio es pegarse el balazo y no la depresión del hueon que se mata.

Entonces los punk, ya viejos y con trabajos precarios y pal pico como todo el resto de los chilenos, empezaron a putear a la gente sólo por ser gente. Ya no era eso de odiar a los ricos u odiar las fiestas patrias por el nacionalismo y la huea, sino que odiar por odiar, distinguirse por distinguirse, ya no éramos perdedores con música fea, sino gente cool con música rara y ahora, la guinda del snobismo: en vinilos.

Aclaremos altiro esta huea antes que me llegue un balazo: tener vinilos no es malo, para nada. Pero tenerlos para poder decir “miren, tengo el vinilo de Jujiguhen, una banda sueca de los 80 que eran veganos 5to dan y que sacaron sólo este vinilo y ahora salen por Revelation y me mandaron el vinilo desde USA” es la huea menos punk de la galaxia. El proceso es el siguiente: primero la música fue ultra popular con los cassettes, luego llegaron los CD y se hizo más cara, la industria de la música se hizo muy gigante y con ello el punk se industrializó. Entonces, como cualquier desarrollo de modos de producción en un periodo dinámico del devenir histórico, apareció una huea mejor que todo lo conocido: el MP3. El mp3, que permitía que metierai lo que antes te ocupaba una repisa llena de cajas de cassettes que se escuchaban como las hueas en una cosita ultra pequeña y que sonaba la raja… pulento, ¿no? El mp3 y la Internet fueron los inventos que hicieron del punk un producto de masas. El mp3 es lo más bacán que ha hecho la ciencia desde la energía nuclear (otro día les explico porque la defiendo, ahora me da paja) y el que crea que un disco mega delicado que no se puede escuchar en ningún dispositivo portátil y que requiere de una aguja ultrasensible pa escucharse es superior a un par de megabytes… bueno, es simplemente tonto y no estoy dispuesto a discutir eso.

¿Qué hicieron muchos punks? la mayoría? Bueno, arrancaron. Se fueron a buscar a las bandas que ya no era fácil bajarlas, empezaron a escuchar pre-hardcore iraní de género y vegano. También sus ropas dejaron de ser feas para ser “bacanmente feas” o sea ahora era estiloso tener poleras de bandas que antes encontrabas fomes y de viejos, también era bacán ver cine raro, vestirse raro, ir a tocatas post-punk, leer autores franceses amariconados (a los que tampoco entienden sino que memorizan y los recitan para sonar menos tontos), escuchar bandas de países y estilos raros y, obviamente, tenerlas en vinilo. Lo siento muchachos, eso no es ser cultor del punk, menos ser punk, eso no es para nada distinto a los cuicos que ven cine rumano ciego, que se visten de pobre de los 80 y que toman mate sin azúcar… no es distinto porque el objetivo es el mismo: distinguirse, ser vanguardia, alejarse de los rotos, de los tontos que escuchan reggaeton, sin entender siquiera que a estas altura que el reggaeton, con toda su estupidez, dice mucho más que los inalcanzables e indescifrables códigos del punk del siglo XXI.

Y bueno, al final de este largo escrito rasca de historia, la pregunta me viene porque un amigo puteó la Navidad… ¿y saben qué? Me gusta la Navidad. ¿En qué momento dejamos de putear a los malos y defender a la gente para putear a la gente y ser como los malos? ¿Cuándo pasamos de odiar a los poseros para ser ellos?

Me agrada la navidad porque la gente, mi familia, mis amigos, ese día trabajan hasta las 12 y al otro día no trabajan, y en la noche les dan regalos (si, se endeudan, pero un juguete vale lo mismo que el vinilo o la polera mandada a pedir) ¿Qué mejor entonces? Al final, la gente, nosotros, andamos contentos ese día, tal vez la seriedad que te impregnaron los años y la música rara y depresiva te reprima asumirlo, pero, a menos que el 24 te acuestes a las 11 de la noche y no carretees, eres un mentiroso, lo eres cuando llenas de basura barrocamente adornada por años de mala sociología europea apenas aprendida la Navidad cuando igual carreteas y cuando chico igual lo pasabas bien. Y no es que defienda la fiesta cristiana ni el consumismo, pero tampoco lo ataco porque ese no es el problema, culpar a la gente del consumismo es de maricones, es culparla por hacer lo posible por tener el estilo de vida que todos, excepto los punks que creen que tratándolos mal le harían caso, dicen que es bueno y bacán.

Yo lo paso bien en Navidad, también en año nuevo y en fiestas patrias, lo paso bien porque son fechas de descanso y fiestas, hueas absolutamente buenas, lo paso bien porque los niños andan contentos y mi mamá se pone buena ropa porque así se hace en las fiestas, lo paso bien porque todo el mundo anda de fiesta y todo el mundo hace un alto para enfiestarse, y si, obvio que hay excepciones, pero son las que confirman la regla. Para la mayoría parar un rato en nuestras vidas de mierda para carretear en honor a un viejo guatón de rojo o a un cabro chico judio da lo mismo, queremos fiesta, abrazos y sobre todo COMUNIDAD!!! …ante eso tu chaqueta de adulto jóven con un libro de Guattari bajo el brazo y el último vinilo de moda-de-los-que-no-están-a-la-moda me valen menos que hongo.

Desde las entrañas de nuestras comunas, Volodio.

PD: Disculpen la extensión

23 thoughts on “Del Punk a la Navidad: Me gustan las fiestas patrias y me cago en los vinilos.

  1. debo decir que es uno de los mejores textos que he leido ultimamente, de verdad, un aplauso, yo «colecciono vinilos», pero no soy de esos que juntan ediciones raras, colores, o las primeras palabras que dijo Jacob Bannon cuando se junto con Fat Mike y se fueron a tomar unas pastillas por ejemplo, solo trato de «coleccionar» los discos q me gustan, tambien amo los mp3 creo que fue la solucion a la vida misma y ahorrarse esa paja de limpiar la torre de cd’s o casetes los dias domingos, con respecto con lo de las fiestas creo que aca nadie se habia atrevido a decir que ama ese tipo de «eventos», porque? obvio, porque es de poco punk decir que amas las fiestas de fin de a

  2. muy buen texto, aunque hay ciertas cosas que me provocan reparo. encuentro que ponerse a hablar de los vinilos es lo menos punk del mundo (aunque sean de musica punk).
    escuchar vinilos esta de moda, y nadie puede decir que no, pero da lo mismo. yo creo que el punto no son los vinilos, sino en convetirse en ese que antes odiabas, y ver como un cierto afan de «ser distinto, tener cosas exclusivas» te come. que puede ser a trav

  3. futbol, navidad, fiestas patrias, anti vinilos! este sitio se esta convirtiendo en un brazo mas del opus dei!

    alerta alerta alerta fascista!

  4. No me gusta navidad, me gustan los vinilos, y me recago en el punk ottomano post-pre-algo.

    Si algo es cierto es que cualquier fecha para poder estar con los queridos es una buena fecha, un pico si es el natalicio de pinocho o alguna fiesta nacional.

    Me carga sentirme obligado a regalar algo, o a poner cara de complacencia cuando me regalan algo que no necesitaba ser regalado, cuando lo unico que quiero es estar tranquilo, comer algo y charlar sobre lo lindo que era el campo en verano.

  5. estoy totalmente de acuerdo con el chico, y la gente que critica es por que sabe que es verdad y a esta altura de la vida no va a cambiar,mas encima dan argumentos weones, debo reconocer que este texto nacio de un sabado en la noche en mi casa mientras odiabamos a ese estereotipo que el chico sabiamente describio
    ajajjajajajja

  6. Yo debo ser hueón…me gustaba verme feo, era como punky con pijama, y renegaba de ser punk…
    Ahora digo ke tengo espíritu, y tengo estudios universitebrios, y los cauros de colegios jipis como el Chiko me invitan a ver películas intelectualoides mezcladas con pitos punk y no voy porke me keda lejos de donde vivo mi vida adulta…pero los adultos me dicen ke soy un hueón punk…
    No cacho nada, y lo peor de todo, es ke en este pc ke no es mío va a aparecer el logo de explorer y de xp y no voy a parecer punk…me da pena, vivan las dictaduras para tener algo por lo cual pelear!!!

  7. Encontre una mierda el texto, sobretodo pq el que lo escribio intenta dar cuenta que es el más punk de los punk pq esta encontra de los que quieren ser más punk…. wua estupida.

    No hay nada mas estupido que fijarse en como actuan los demas para ser punk, el punk creo que es asco y no importarte nada mas que tu asco

    El veganismo y tanta wua snoob nunca fue punk, el punk de los 90 ya era una mierda.

    El punk nacio muerto por eso se crearon rapidamente nuevas corrientes

    Además esta wua de sito esta llena de gente que dice uuuh me mojo por tu texto estoy taaaaaaaan deacuerdo pq soy tan punk como el ultra punk que escribio esta mierda de texto. mierda de gente culia ¡ME CAGO EN SU PAJEO MENTAL!.

  8. Buen texto…creo que recorde a mi padre cuando llegaba de la fabrica y mi madre angustiada esperaba que no lo fueran a detener….yo no soy punk, pero me gusta la musica, lo escuho desde fines de los 80 y me quede pegado.. solo escucho la musica hasta mediados de los noventa, no me gusta el punk en ingles porque no lo entiendo y no me esforzare en entenderlo, lo mas simpatico del texto es que me di cuenta que estoy viejo..pero sigo escuchando punk en cassete…jajajajajaja…..chaaao..
    PD: no entiendo los terminos que utilizan (veganismo, snoob, pajeo mental- yo me pajeo o no me pajeo- pero mental???)… pero creo que es mejor asi…

  9. me quedo con eso de que Chile es fome, triste y privado. Enseñarle eso a mi hijo ha sido un culo ya que debo lidiar con 44 giles a los que les gusta que Chile sea fome, triste y re-privado, mejor lo saco del colegio ¬¬ -buen txt- saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.