Tomando tecito en casa de Jerónimo Ruíz (Jero para los amigos), poca comida, muchas risas; llegaron a mis oidos las dulces melodias de estos Bostonienses. Jero hablo maravillas de ellos y de su posible visita a nuestro querido pais, debo ser sincero, ni preste atención a lo que a mis oidos entraban, quien se iba…